El vicepresidente de Racing Club, Pablo Podestá, se mostró satisfecho con la hasta ahora labor del entrenador elegido por la nueva CD y también se animó a hablar de cómo juega el equipo y respondió a los rumores que giran en torno a la renuncia de Luis María Carbone.
«Este es un equipo con mucha presión al que le cuesta mantener la pelota», dijo Podestá, a lo que luego añadió: «Si cuidamos el cero y vamos llegando más, eso va a soltar a los jugadores. Por ahora fue mucha fricción y la pelota por el aire y se lo vio ordenado, salvo con Tigre». Sin embargo, sintetizó: «Hoy por hoy el objetivo es ganar y no tanto jugar bien».
Respecto a la evaluación realizada a la tarea del técnico Ricardo Caruso Lombardi, el dirigente reconoció estar muy conforme. El entrenador lleva dirigidos cuatro cotejos en los cuales rescató una victoria, dos empates y una derrota. Cinco son las unidades que la Academia acumula en el torneo, todas cosechadas por el hombre elegido por la comisión directiva conducida por Rodolfo Molina.
Dejando lo estrictamente futbolístico de lado, Podestá se refirió al ambiente político que rodea a la institución de Avellaneda y los consecuentes murmullos acerca de quién manda, de peleas internas y de la partida de Carbone. Para aclarar el panorama y explicar lo que generan estas cosas, el vicepresidente manifestó: «Con estas cosas, Racing se hace mal a sí mismo».
«Se dicen muchas cosas falsas y no podemos salir a desmentirlas todo el tiempo. Carbone renunció por un problema de salud y no por discusiones con los otros dirigentes. También se quiere presentar un panorama apocalíptico, que no es real. Pero yo sé que podemos mirar a los ojos a todos porque trabajamos a conciencia para el club y sé que debemos comernos los bifes cuando nos equivocamos. Pero estamos confiados en que vamos a salir adelante, tanto en lo futbolístico como en lo institucional», analizó Pablo.
Por último, se refirió a que lo único que le atañe al hincha es cómo sale el equipo fecha tras fecha: «a nadie le importa si inauguramos el colegio secundario, si tenemos jugadores al día, si podemos contar, en el futuro, con un predio en Ezeiza. Si la pelota no entra, el nerviosismo avanza. Yo entiendo a los simpatizantes porque también soy pasional y fanático, pero acá tomamos un club y no sólo un equipo de fútbol. Estamos trabajando a nivel estructural a mediano y largo plazo».
